sábado, 1 de agosto de 2009




Paraná, diciembre 25 de 1958

Querido Chi:

Recién, caramba, le escribo. Y hace más de un año que le prometí hacerlo sin mayor demora! Pero yo sé cómo los he recordado en todo momento, cómo Ud., especialmente, ha continuado hablando conmigo a pesar de mi silencio.

Por lo demás, desde entonces, no he hecho otra cosa, puede decirse, que ocuparme de China, leyendo, dando aquí y allá "conferencias" u organizando conversaciones. Y no he podido cumplir aún los compromisos. Seguiré en 1959.

Le envío unas cosillas que Ud. no conoce. El poema último: "Luna de Pekin", fue, en realidad, el primero que escribí allí. Publíquelos, traducidos, donde Ud. le parezca mejor: en las revistas de las otras capitales, por ejemplo. No olvido tampoco a esos amigos. Pero no demore. Necesito mucho, mucho...

[...]


P.D. Mándeme siempre poemas de la última gente, o de la que vaya apareciendo con alguna significación. He de continuar, por cierto, renovando la imagen de la China poética actual, hasta el último aliento. Y ahora que volvemos en esta forma a conversar, yo, a mi vez, le haré llegar muestras de lo que en tal plano se hace aquí.





Juan L. Ortiz, Obra Completa, Santa Fe: Universidad Nacional del Litoral, 1996, pág. 1099