lunes, 17 de agosto de 2009








Dulce piedra roja
que buscan los arqueros
sin propio corazón.



Hay que escribir muchas manzanas
para mordernos la ficción.
Probarás,
que por algo se empieza.



¿Cómo una fruta colorada
puede terminar en mansa
jalea de untar?




Lucía Bianco, Etiquetas de dulces, Bahía Blanca, 2006