miércoles, 30 de septiembre de 2009

H.D. - Belleza americana 1



En Baja

Debí haber imaginado
en sueños que traerías
algo encantador, peligroso,
orquídeas apiladas en una gran caja,
como quien dijera (en un sueño),
te envío esto,
yo que dejé sin besar
las azules venas de tu garganta.

Por qué fue que tus manos
(que nunca agarraron las mías),
tus manos que yo podía ver
deslizarse sobre las corolas de las orquídeas
tan cuidadosamente,
tus manos, tan frágiles, que de seguro levantarían
tan suavemente el frágil elemento floral;
ah, ah, cómo fue
que nunnca enviaste (en un sueño),

la forma misma, el perfume mismo,
no pesado, no sensual,
pero peligroso... peligroso...
de las orquídeas, apiladas en una gran caja,
y por debajo envuelta en brillante pergamino
alguna palabra;

Flor enviada a una flor;
para manos blancas, pétalos menos blancos
y menos encantadores

o

de amante a amante, ningún beso,
ningún contacto, sino eternamente esto.









William Shand y Alberto Girri, Poesía Norteamericana Contemporánea, Bibliográfica Omeba, 1966