

XCI
Zapatos rojos
todo ese otoño te bajabas del tren
como si algo se estuviera quemando
algo se está quemando
corrías descalza por el pasto verde
ese día la muerte sólo era
lo que perdemos en otoño vuelve en primavera
algo se está quemando
desde el tren subís
fumás entre los rascacielos
París estaba tan hermosa, el cielo-
todo ese otoño
después las lágrimas
¿Por qué volvemos a hacer esto?
ella se te acerca en la cocina
te rodea con los brazos
tiene puestos esos zapatos rojos
Lalamatic
ESCENA XVIII
FERELUX.- Eso que se arrastra, ¿es una araña o una vinagrera?
TILMENA.- Es un conejillo, el más pequeño de la familia, también poeta trágico.
FERELUX.- ¡Madre feliz de tan hermosa criatura! ¡Qué banda de enemigos! El gran canalla acaba de soltar junto a mis narices un eructo que apesta a queso. Fuerza es que me bata con ellos. Preparad la salmuera, por si salgo vencedor.
TILMENA.- ¡Buena suerte, Ferelux! Se desenrolla de su capa, prueba que lleve atado los botines, rasca el piso con la punta de un acero. Si escuchas su rayo: ¡date por muerto! Ese es mi Ferelux, el verdugo de la sabandija.
FERELUX (volviendo).- Lo dormí de un palmetazo. En prenda de mi gallardía te obsequio este agujero.
TILMENA.- Quiéreme, corazoncito mío, y déjate de charla.